Promesa de Dios
Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal “AEMINPU”
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ROMESA DE DIOS PARA LOS GENTILES
(Estudio Profecía)
He aquí mi siervo, al cual he escogido; Mi Amado, en el cual se agrada mi alma: Pondré mi Espíritu sobre él Y a los Gentiles anunciará juicio. Y en su nombre esperarán los Gentiles. Mt. 12: 18, 21.
Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo, sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los Gentiles. Hch. 18: 6.
Séaos pues notorio que a los Gentiles es enviada esta salud de Dios: y ellos oirán. Y para que los Gentiles glorifiquen a Dios por la misericordia; como está escrito: Por tanto yo te confesaré entre los Gentiles, Y cantaré a tu nombre. Hch. 28: 28. Ro. 15: 9.
Y otra vez dice: Alegraos, Gentiles, con su pueblo.Y otra vez: Alabad al Señor todos los Gentiles, Y magnificadle, todos los pueblos. Ro. 15: 10, 11.
Y otra vez, dice Isaías: Estará la raíz de Jessé, Y el que se levantará a regir los Gentiles: Los Gentiles esperarán en él. Ro. 15. 12.
Simón ha contado cómo Dios primero visitó a los Gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre; Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los Gentiles, sobre los cuales es llamado mi nombre, Dice el Señor, que hace todas estas cosas. Hch. 15: 14, 17.
Digo pues: ¿Han tropezado para que cayesen? En ninguna manera; mas por el tropiezo de ellos vino la salud a los Gentiles, para que fuesen provocados a celos. Ro. 11: 11.
Porque a vosotros hablo, Gentiles. Por cuanto pues, yo soy apóstol de los Gentiles, mi ministerio honro. Ro. 11: 13.
Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los Gentiles, Leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi inteligencia en el misterio de Cristo. Ef. 3: 1, 4.
El cual misterio en los otros siglos no se dió a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas en el Espíritu. Ef. 3: 5.
Que los Gentiles sean juntamente herederos, e incorporados, y consortes de su promesa en Cristo por el evangelio. Ef. 3: 6.
EL SIERVO DE DIOS
Escucha pues ahora, Josué gran sacerdote, tú, y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones simbólicos: He aquí, yo traigo a mi siervo, el Pimpollo. Mi siervo eres, oh Israel, que en ti me gloriaré. Zac. 3: 8. Is. 49: 3.
Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures los asolamientos de Israel: también te dí por luz de las gentes, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra. Is. 49: 6.
Recibió a Israel su siervo, Acordándose de la misericordia. He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y ensalzado, y será muy sublimado. Lc. 1: 54. Is. 52: 13.
Del trabajo de su alma verá y será saciado; con su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y él llevará las iniquidades de ellos. Is. 53: 11.
Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí; para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fué formado Dios, ni lo será después de mí. Is. 43: 10.
He aquí mi siervo, al cual he escogido; Mi Amado, en el cual se agrada mi alma: Pondré mi Espíritu sobre él. Y a los Gentiles anunciará juicio. Mt. 12: 18
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